RESIDENCIA Y CENTRO DE DÍA EN MONTORNÈS DEL VALLÈS
MONTORNÈS DEL VALLÈS (España)
La residencia de gente mayor para 90 residentes y centro de día con 30 plazas se ubica en una parcela con pendiente que acumula casi 2 plantas de altura entre un extremo y el otro. Inicialmente se hizo un análisis de las diferentes posibilidades de implantación y se llegó a una conclusión: las tipologías que se adaptaban a la topografía aterrazándose, parecían tener la virtud de un menor impacto visual, pero acarreaban desventajas a nivel de recorridos internos largos, visuales entre habitaciones limitando la intimidad de los usuarios, y el inconveniente más notorio era que al aterrazarse, el edificio ocupaba prácticamente toda la superficie de la parcela dejando un espacio libre reducido y disgregado entre edificaciones. Frente a esta conclusión, apostamos por un edificio compacto, que deja libre más de la mitad de la parcela, optimiza recorridos internos, obtiene vistas lejanas para todas las habitaciones, y reduce los costes de construcción y mantenimiento. El espacio libre se distribuye en tres áreas: una plaza pública que da acceso al Centro de día en la cota más baja de la parcela, un gran jardín en la cota alta, orientado a sur, con recorridos terapéuticos y relacionado con las unidades de convivencia de la Residencia, y, por último, un patio interior semicubierto con posibilidad de cerrarse totalmente en invierno, que funciona como espacio polivalente para celebrar diversas actividades colectivas.
La distribución de la residencia en planta responde a un esquema en claustro que contiene 2 unidades de convivencia de 18 personas por planta, tal y como pedía el plan funcional, pero tiene el valor añadido de poderse dividir en 4 subunidades de 9 personas, con zonas de estar y comedores independientes. La posición de los dos núcleos permite, en caso de emergencia sanitaria -como por ejemplo la provocada por la Covid-19 vivida en los últimos tiempos-, aislar a una o varias subunidades dependiendo de las necesidades de la situación. Estas subunidades se formalizan en una volumetría del edificio dividida en 4 bloques, que aparte de facilitar la orientación de los usuarios en sus desplazamientos, minimizan el impacto urbano que tiene un bloque unitario.