Tradicionalmente, las camas de una habitación doble de hospitalización están orientadas en la misma dirección con una cortina en medio para aportar privacidad. Esta distribución permite aprovechar al máximo las instalaciones de gases medicinales, puesto que las habitaciones contiguas son simétricas entre ellas y cada bajante alimenta 4 cabezales de cama. Generalmente, las habitaciones dobles suelen tener una geometría rectangular y están dotadas de un lavabo junto a la puerta y una ventana en el lado opuesto.

Este modelo de habitación penaliza al paciente que se encuentra más cerca de la puerta, puesto que cuando se corre la cortina, deja de tener luz natural y vistas al exterior. Además, el control sobre la cortina o la televisión que es única para ambos pacientes se debe consensuar. El diseño de este modelo de habitación no propicia la privacidad y la relación entre los ocupantes, influyendo así al bienestar de estos. Hay incluso estudios científicos que demuestran que estar a un lado u otro de la cortina puede tener efectos directos sobre la salud de los pacientes y al tiempo de su hospitalización.

La PMMT COMFORT ROOM es un nuevo modelo de habitación doble que quiere dar respuesta a las problemáticas del modelo tradicional, mejorando así la experiencia de los pacientes, acompañantes y personal médico. Aporta también mejoras significativas en el ámbito médico y de gestión de los hospitales, puesto que favorece el proceso de recuperación reduciendo así el tiempo de hospitalización, ayuda a reducir los errores médicos, y dota al paciente de autonomía a la hora de gestionar su privacidad.

Manteniendo las características y geometría principales de la habitación podemos conseguir un proyecto de innovación de gran impacto, con una alta viabilidad y de fácil implementación.

Este modelo de habitación se estudia y se aplica para el proyecto del Nou Hospital Evangèlic con el nombre de Habitación Empática.

Desde el punto de vista del paciente: 

• Vistas al exterior y acceso a la luz natural.
• Control sobre la cortina y al espacio propio.
• Privacidad visual, auditiva y olfativa.
• Reducción del riesgo de infecciones y propagación de bacterias.
• Disminución de los recorridos al lavabo y al pasillo. 
• Interacción entre pacientes de cara.
• Televisión individual. 
• Favorecer el proceso de recuperación.
• Autonomía a la hora de decidir sobre el entorno. 

Desde el punto de vista del personal sanitario: 

• Aumento del espacio de trabajo.
• Reducción de los recorridos con el carro. 
• Visual del paciente de la cama exterior desde el pasillo.